¿Esperanza gracias al capital privado? Los datos arrojados por diversos estudios, indican que las entidades bancarias siguen negándose a conceder préstamos a muchas familias, empresas y autónomos. Con el stablishment actual, esto hace que los movimientos de nuestra sociedad del consumo se vean drásticamente disminuidos.
A día de hoy el crédito es la única manera en que nuestras estructuras comienzan a producir bienes e intercambiar servicios.
¿Pero realmente tienen los bancos el botón de ON/Off de nuestra actividad?Definitivamente no, existen alternativas para obtener liquidez, de hecho algunas opciones pueden ser incluso más atrayentes que las ofrecidas por el préstamo de un banco o caja de ahorros.
Ocurre que en realidad la caída del préstamo a las familias no ha llegado al límite, al menos eso es lo que dice el Banco de España; según los datos ofrecidos, los créditos a los núcleos familiares descendieron un 5,2% en el mes de Octubre, llegando hasta los 793.940 millones de euros, que era lo más reducido desde 2007.
Según algunas autoridades en la materia; por ejemplo, Fernando Jiménez Latorre, secretario de Estado de Economía y apoyo a la Empresa, han declarado que es necesario y prudente reducir la supeditación al préstamo bancario, sobre todo con la actual coyuntura internacional. Remarcó que en el caso de los créditos al sector empresarial, el 80% es de origen bancario; cosa que no sucede de igual manera en Estados Unidos, donde solo es representado por un 20% y otros métodos de financiación donde empresas de capital privado como el Private Equity ofrecen alternativas, además de los Bussines Angels.
Hay sociedades de préstamos capital privado que proponen opciones de financiación a cambio de la garantía de un bien, que usualmente es de tipo inmueble. La mecánica en que operan es muy parecida a los préstamos de tipo bancario, aunque con los intereses algo más elevados debido al riesgo que corren; ya que normalmente otorgan créditos a usuarios con condiciones especiales y que ofrecen menores garantías de pago.
Pueden ser clientes que figuran en listas de morosos o que no poseen estabilidad laboral. Es interesante subrayar que éstas empresas de capital particular ofertan mayores cantidades de dinero; de hecho, suelen conceder entre un 20% o un 25% del valor de la propiedad. Aunque bien es cierto, que al final todo depende de las condiciones en que se encuentre el prestatario y los motivos por los que solicita el préstamo.
Por poner un caso, cuando se precisa liquidez para afrontar un gasto puntual y urgente, que no se desea informar a la familia o amigos de ello; suele ser aconsejable pedir un minicrédito de capital particular. En otro supuesto en el que se trate de alguien en situación de desempleo cobrando una prestación por ello y que desea dar salida a un proyecto o negocio, existe la opción de capitalizar el paro.
Hay que enfatizar que el hecho de que éstas empresas no estén adscritas al Banco de España, no influye para que éstas no tengan prestigio y seriedad en sus operaciones, pues ellas empresas de capital particular exigen a sus clientes el cumplimiento de unas normas y han de firmarse acuerdos que contengan las condiciones de los créditos de capital privado. Además de requerir la presencia de notarios que han de dar fe de las firmas realizadas en las diferentes gestiones.